¿CÓMO PRESENTARME ANTE DIOS?
Leamos Miqueas 6: 6 y 8
“¿Con qué me presentaré ante Jehová, y adoraré al Dios Altísimo?.....”
“Oh hombre, te ha sido declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar la misericordia, y caminar humildemente ante tu Dios.”
Como podemos ver, para presentarse y adorar al Padre es necesario reunir varios requisitos: el primero de ellos es caminar en justicia, es decir, vivir de acuerdo a lo que agrada a Dios; el segundo, AMAR LA MISERICORDIA y tercero, caminar en humildad.
En el estudio de hoy nos enfocaremos en el segundo requisito: AMAR LA MISERICORDIA, pero para poder amarla primer es necesario conocer su significado.
La palabra misericordia proviene del latín “misere” que significa “miseria, necesidad”; cor, cordis que indica “corazón” e “ia” que expresa “hacia los demás”. Por tanto, “La misericordia es la capacidad de sentir compasión por los que sufren y brindarles apoyo.
El vocablo en hebreo significa amor leal, firme o fiel, perdonador, compasivo, bondadoso, expresa un sentimiento íntimo, profundo y afectuoso que mueve a la persona a actuar.
Por otra parte, cabe mencionar que el término misericordia, además del significado anterior, tiene otros diferentes, todo depende de la situación en la que se usa. Unas veces es empleado como objeto: Por ejemplo: el asiento plegable para descansar en los coros de las iglesias y otras veces como el puñal con que los caballeros medievales daban el golpe de gracia al adversario caído.
En varias ocasiones, también misericordia es confundida con lástima lo cual es una gran equivocación, ya que lástima es simplemente sentir pesar, enternecimiento y compasión por el sufrimiento de otros, pero no hacer nadad para solucionarlo, en cambio la misericordia es mas que eso, es un sentimiento en acción, es la manifestación externa de la compasión.
En conclusion, Misericordia es la presencia del amor abundante, desbordante y fiel de Dios hacia su pueblo y expresado en actos de justicia a través de sus hijos los unos con los otros, tanto en forma espiritual (oración, consejo, hablar verdad, buscar el bien de otros, etc.) como física (alimentar, vestir, hospedar, cuidar, etc.). En pocas palabras, es una actitud del corazón nacida de un espíritu conectado al de Dios. Es por tanto llevar a la práctica el amor de Él hacia quienes sufren pero hacerlo con pasión y entrega, esto es amar la misericordia. De modo que si nosotros somos llamados hijos suyos, entonces ésta debe ser nuestra principal característica.
“Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.” Mateo 5:7
