¿CUÁL ES TU DESAFIO?
Daniel 1:4,6-7 (Reina Valera 1995)
¿Quiénes eran Sadrac, Mesac y Abed-Nego?
El enemigo trató de afectar su identidad (costumbres, idioma, fe) el momento que a ellos se les asignó nombres babilónicos. Ignora como el enemigo quiera llamarte, lo que importa es como Dios te llame.
Estamos en el mundo, pero no pertenecemos a este mundo.
Daniel 3:15
¿Qué clase de desafío estos tres muchachos debían enfrentar?
¿Qué consecuencias les esperaban a estos tres muchachos?
¿Para que tenían que hacer todo esto?
¿Qué significado tiene el postrarse y adorar?
Cuando sabemos quienes somos y quien es Dios, ninguna amenaza de muerte del enemigo puede afectarnos.
Daniel 3:16-18
¿Cómo respondieron Sadrac, Mesac y Abed-Nego ante la pregunta del rey?
¿En quién estaban confiando estos tres muchachos?
¿De qué estaban ellos convencidos?
El saber quienes somos y a quien servimos, determina nuestra vida de entrega, relación y dependencia.
Los sueños, los deseos, las aspiraciones humanas caen ante la majestad de nuestro Dios.
Daniel 3:19-25
¿Qué produjo la respuesta de estos muchachos?
¿Cómo eran los hombres que fueron escogidos para atar y echar al horno de fuego a Sadrac, Mesac y Abed-Nego?
¿Qué sucedió con los hombres que los alzaron?
¿Qué es lo que el rey pudo ver en el horno?
El infierno se levanta con furia y cree tener el poder de destruir a los hijos de Dios pero en realidad esto es imposible. Pues “mayor es el que esta en nosotros que el que esta en el mundo”.
Daniel 3:26-30
¿Cómo les llamó el rey a Sadrac, Mesac y Abed-Nego?
¿En qué condición fueron encontrados Sadrac, Mesac y Abed-Nego?
¿Cuál fue la actitud del rey frente a la manifestación del poder de Dios?
¿Cuál fue el decreto del Rey?
¿Qué sucedió con Sadrac, Mesac y Abed-Nego?
El estar seguros de quienes somos y convencidos del Dios a quien servimos produce varias consecuencias:
El infierno retroceda en sus decretos.
Promueve y ubica a los hijos de Dios en la posición que les corresponde.
Dios respalda a sus hijos y es evidente su respaldo
REFLEXIONA:
Diariamente enfrentamos desafíos en los cuales nuestra identidad esta en juego. El como los manejemos determinará no solo nuestra victoria sino también nos permitirá reflejar la grandeza de nuestro Dios en nuestras vidas.
La pregunta es: ¿Cómo responderás a estos desafíos?
