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EL LEGADO

El segundo elemento que forma parte de los pilares del Reino de Dios es el Legado, pero, para poder entenderlo, es preciso partir de su significado real.

Legado es la transferencia de valores y/o bienes materiales que se consideran importantes para una persona natural o jurídica. Es decir, tiene que ver con: delegar, pasar de una persona a otra un bien, una función, una capacidad, etc.

Es, en definitiva, el regalo, beneficios, tanto físicos como ético-morales y espirituales que una persona o generación deja a la siguiente. Como podemos ver, el legado puede ser visible o no.

Por ejemplo: Un legado visible sería, una casa que un padre deja a sus hijos por contener ésta un valor material y sentimental; o a su vez, puede ser invisible cuando, por ejemplo, un padre trasmite el valor de la fidelidad a sus hijos para la formación de familias.

En otras palabras el legado incluye la transferencia de bienes, valores, costumbres, tradiciones formas de pensar, de actuar, lo cual formará y marcará la IDENTIDAD de las personas.

De hecho, nuestra FE no solo determina quienes somos, sino que es trasmitida de generación en generación, por tanto es nuestro LEGADO.

DIFERENCIA ENTRE LEGADO Y HERENCIA

Herencia es diferente del legado, principalmente en cuanto a lo que tiene que ver con beneficios y deudas. En una herencia, la persona adquiere derechos, beneficios, obligaciones y deudas; mientras que en el legado, únicamente adquiere beneficios.

En la herencia la ley determina quién hereda y en el legado se determina por la voluntad de una persona.

Una herencia se acepta, pero también se puede rechazar, en cambio el legado se adquiere sin previa aceptación.

El elemento más importante para trasmitir el legado es la CULTURA. Ésta es un barco grande que lleva el legado más importante de nuestra vida: los valores, lo espiritual.

Recordemos, una cultura es el conjunto de prácticas, signos, símbolos, lenguaje y estilos de vida. La familia de Dios está, por tanto, inmersa en la CULTURA DEL REINO DE DIOS.

La Biblia nos presenta dos tipos de cultura:

1.- Cultura de Sobrevivencia. Economía de desierto

Leamos DEUTERONOMIO 29:2-6

2.- Cultura de Señorío. Economía de producción

Leamos Génesis 1:28; Deuteronomio 1:8 ; Josué 21:43-45

Notemos algo importante: en la Cultura de Sobrevivencia no se necesita una tierra prometida, mientras que en la Cultura de Señorío sí. En la primera, Dios es el proveedor - salvador y nosotros los consumidores, pero, en la segunda, Dios es el Señor y dueño de todo. Nosotros somos los mayordomos o administradores de lo suyo, es decir, quienes cuidan y producen, de modo que todo lo que hemos recibido forma parte de su legado para nosotros.

Dios le dejó a Moisés un legado. Moisés dejó un legado a Josué, pero Josué lamentablemente no pudo pasarlo a la siguiente generación.

¿CÓMO SE DEJA UN LEGADO?

Leamos: Deuteronomio 6:4-9

Es importante cómo y con qué palabras te acuestas y te levantas. Qué hablas en la mesa, en la casa, en el camino, en tu trabajo.

No olvides, el legado incluye cultura, ética, etc.

SIN POSTA RECIBIDA = GENERACIÓN DESVIADA

Leamos: JUECES 2:8-11

En conclusión, hemos recibido un legado completo de parte de Dios para poder extender su reino aquí en la tierra, la pregunta es: ¿Estás dejando ese mismo legado a tus futuras generaciones?

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