ESTRATEGIA DE VIDA

Leamos Eclesiastés 3:1 “Todas las cosas tienen su tiempo y todo tiempo tiene un propósito bajo el cielo.”

Un ejemplo de ello lo podemos ver en la naturaleza, al manifestar las cuatro estaciones del año. Cada estación tiene características específicas, razón por la cual, todo ser viviente puede hacer las provisiones necesarias para enfrentarlas con éxito. De hecho, el desconocerlas puede ser devastador, es por ello que resulta sumamente importante el descubrir la estación en la que se esta viviendo.

Esto es discernir la estación para saber e identificar que es lo que esta pasando, para así de esta manera, saber con exactitud que hacer en ella. En pocas palabras, estar preparados para tener el comportamiento correcto, en el tiempo correcto. No hay cosa mas desatinada que actuar fuera de tiempo.

Enumeremos varios ejemplos de cosas, personas o situaciones estropeadas por desconocer el tiempo o estación:

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El conocer los tiempos y estaciones engloba no solamente lo físico, sino también las circunstancias o etapas de crecimiento por las que cada uno, como seres humanos y en particular, como hijos de Dios, debemos atravesar; los procesos por los cuales vamos siendo perfeccionados. Al leer las escrituras nos encontramos con la vida de David, su vida y trayectoria. Y podemos ver que el ejército con el que contaba estaba formado por soldados idóneos tanto en el uso de armas, como en el entendimiento de los tiempos para saber lo que Israel debía hacer. 1 Crónicas 12:32. Así también nosotros, debemos ser capaces de discernir o distinguir el tiempo en el que estamos viviendo. Esto nos permitirá tomar decisiones acertadas y al mismo tiempo podremos sacar el provecho de cada etapa, disfrutando al máximo lo que nos toca enfrentar y aprender dentro del diseño de Dios.

Estamos viviendo tiempos de luz, donde la revelación de Jesucristo y sus caminos están delante de nosotros para ser tomados. El pueblo de Israel no supo distinguir entre el tiempo o estación de esclavitud, con el de libertad, como tampoco pudieron reconocer a Jesucristo, el Hijo de Dios cuando estuvo entre ellos y como consecuencia, no pudieron entrar al reposo divino. Cuida que no te pase lo mismo.

En resumen, es preciso:

• Discernir los tiempos.

• Aprender a accionar correctamente en ellos.

• Extraer los beneficios de cada estación.