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LA PALABRA DE DIOS

El tercer pilar del Reino de Dios es LA PALABRA DE DIOS.

Bíblicamente, el término “Palabra” está traducido de dos maneras:

Logos = Palabra escrita

Rema = Palabra revelada (palabra que se activa en el presente).

Leamos Juan 1:1 para encontrar la definición al respecto:

V 1 “En el principio era el Verbo (la Palabra), y el Verbo (la Palabra) era con Dios, y el Verbo (la Palabra) era Dios.”

v. 14 “Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros, y contemplamos su gloria, como la gloria del unigénito del Padre lleno de gracia y de verdad.”

¿De quién está hablando Juan?

Entonces: El VERBO o ________ es JESUCRISTO.

Ahora leamos Mateo 4:4:

“Escrito está: "No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios."

¿De qué otro elemento necesita el ser humano para vivir?

Deducimos entonces que la ________de Dios es también ALIMENTO.

Leamos lo que Jesús dijo en los siguientes pasajes:

Juan 6:48 Juan 6:51 ; Juan 6:35

¿Quién es el pan de vida?

¿Por cuánto tiempo vivirá la persona que come de este pan?

¿Qué le sucede a la persona que come este pan?

Esto nos lleva a la conclusión de que Jesucristo es la PALABRA encarnada (hecho carne) de Dios y al mismo tiempo es el ALIMENTO indispensable del ser humano. Sin alimento no hay crecimiento ni energía.

Cuando hablamos de alimento debemos tomar en cuenta lo siguiente: Cantidad, calidad y frecuencia, lo cual estará determinado por las necesidades específicas de cada uno, pues el alimento se convierte en ENERGÍA física, mental y espiritual para el desenvolvimiento de las actividades diarias.

Leamos Éxodo 16:4-5

¿Qué es lo que tenía que recoger el pueblo?

¿Con qué frecuencia debían hacerlo?

Continuemos leyendo los versículo 16 y 17

¿Qué cantidad tenían que recoger?

¿Para quiénes tenían que recoger?

¿Fueron satisfechas las necesidades de todos?

Y ahora los versículo 19 y 20

¿Qué sucedió cuando ellos desobedecieron?

Lo que quiere decir que al momento de alimentarnos la cantidad, calidad y frecuencia juegan un papel muy importante, puesto que de ello dependerá el que tengamos la energía suficiente, el crecimiento y la fortaleza necesarias para hacerle frente a los requerimientos de cada día.

Leamos Mateo 6:11

El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy dicho en otras palabras “danos el alimento que necesitamos para hoy”.

Al comer el alimento nutritivo (Jesucristo), la dosis apropiada (necesidades individuales) y en el tiempo exacto (diariamente) todo nuestro ser (espíritu, alma y cuerpo) funcionará eficazmente.

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