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LA HUMILDAD

Leamos el siguiente pasaje: “Me ha mostrado el Señor lo que es bueno y lo que Él pide de mi: HACER (PRACTICAR) JUSTICIA, AMAR LA MISERICORDIA y SER HUMILDE ANTE EL.” Miqueas 6:8


En estudios anteriores hemos revisado los dos primeros requisitos: justicia y misericordia, por tanto el día de hoy nos centraremos en hablar a cerca del tercero: La humildad.


¿QUÉ ES HUMILDAD?

La humildad es una actitud que proviene del corazón, que le lleva a la persona a ver en todo y en todos la grandeza de Dios siendo consiente de que sus propias habilidades, cualidades y capacidades, son la manifestación del amor y favor del Padre, dadas con el fin de aprovecharlas para obrar en bien de los demás, sin hacer alarde de nada. En pocas palabras, ser humilde tiene que ver con alcanzar un buen entendimiento sobre quién es Dios y quiénes somos nosotros, lo cual nos llevará a tener una vida de dependencia y obediencia a Dios.

La humildad ha sido confundida muchas veces con carencia de posesiones económicas, pero la verdad es que humildad no tiene nada que ver con lo que tenemos, sino más bien con la actitud del corazón que se materializa en la presencia de Jesucristo en nuestras vidas.


Lo contrario a la humildad es el orgullo, la altivez, la arrogancia. El pensar que no se necesita de nada ni de nadie, es la muestra más clara de la ausencia de humildad en una persona.


“SEÑALES” DE HUMILDAD EN UNA PERSONA:

· Generosidad (Filipenses 2:3)

· Respeto (Efesios 4:2 Filipenses 2:3)

· Sabiduría

· Armonía con Dios, consigo mismo y con los demás

· Solidaridad (Romanos 12:16)

· Facilidad para ser enseñado (moldeado)

· Lealtad

· Amor (1 Corintios 13)

· Amabilidad (Colosenses 3:12)

· Bondad

· Paciencia

· Buscar el bien de otros

· Ser escuchado por Dios (2 Crónicas 7:14)

· Entrar en el reposo de Dios (Mateo 11:29-30)


Una persona humilde nunca se envanece de sus logros, tareas o funciones, sino que reconoce que todo lo que es y hace es por la gracia de Dios en ella, de tal forma que da la gloria únicamente a quien se merece, es decir a Dios.


RECOMPENSAS DE LA HUMILDAD

Leamos Proverbios 22:4 “Recompensa de la humildad y del temor del Señor son:

· Las Riquezas

· La Honra

· La Vida”


El Señor Jesús dice: “….Aprendan de mi que soy manso y humilde de corazón y encontrará descanso para su alma…” Mateo 11:29-30


“…Revestíos de humildad en vuestro trato mutuo, porque Dios resiste a los soberbios pero da gracia a los humildes.” 1 Pedro 5:5


"Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís" (Colosenses 3: 23-24)


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