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¿CUANDO EL ENEMIGO NO TE PUEDE TOCAR?


La nación de Israel durante muchos años ha sido el centro de innumerables conflictos, persecuciones y demás por tanto se ha visto en la necesidad de desarrollar sistemas de defensa, que le han permitido proteger y subsistir en medio de tantos ataques. Uno de ellos es el famoso “DOMO DE HIERRO” el mismo que ha servido como “escudo protector” ante los ataques de misiles en contra de Tel Aviv y demás ciudades en Israel.

“El nombre de Domo de Hierro evoca la imagen de una burbuja que protege a una ciudad. En la práctica, el sistema detecta misiles que son lanzados en un rango de 4 a 70 kilómetros, y responde disparando un misil interceptor Tamir contra proyectiles entrantes que representan una amenaza para el área protegida. A la fecha, el sistema ha interceptado más de 2.000 objetivos entrantes y tiene una tasa de éxito de más del 90%.”

Ahora si reflexionamos a cerca de la situación que cada uno debe enfrentar en el día a día, podemos ver que al igual que esta nación nosotros también somos objeto de ataques constantes. Todo el tiempo estamos siendo bombardeados por el enemigo, de hecho las escrituras nos lo advierten al decir: “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar”. (1Pedro 5:8)


La Palabra también nos enseña que aunque crisis, caos, guerras y toda serie de maldades ocurran en la Tierra y aun fuera de ella, existe un “elemento” muy importante que impide que el enemigo, el adversario toque a los hijos de Dios. De hecho es debido a este elemento que podemos dar testimonio de que es verdad lo que dijo el profeta a cerca de que aunque pasemos por el fuego, no nos quemaremos y aunque pasemos por las aguas, no nos ahogaremos. Nunca se nos dijo que no iba a haber fuego o agua, al contrario se nos informó que en la tierra íbamos a tener aflicciones y que incluso íbamos a pasar por una serie de pruebas, procesos, situaciones que aprietan a nuestra alma, aspectos tales como: traiciones, burlas, rechazo, frustraciones aun éxito y fama más sin embargo, si este elemento del que estamos hablando esta presente en nuestras vidas, todo se convierte en hermosas oportunidades para que el poder, la gloria, el amor y la gracia del Padre se manifiesten, brindándonos en medio de todo una “coraza” de protección, garantizándonos una victoria del 100%.


Este elemento lo podemos encontrar en los siguientes pasajes:

1Juan 5:18 “Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no continúa pecando, sino que Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca.”


Santiago 4:7-9 "Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros."

Como podemos ver el elemento del que hemos estado hablando, la “coraza”, el escudo de protección que nos puede cubrir de todo ataque es: LA OBEDIENCIA, el sometimiento a los principios del Reino de Dios y su justicia. Es por eso que el mismo Jesús nos lo enseñó en la oración del famoso Padre Nuestro: “Hágase tu voluntad, como se hace en el cielo hágase aquí en la tierra”. Cuando sometemos nuestra voluntad a la suya le estamos diciendo que confiamos en El, sus promesas, sus planes, y por tanto seguimos sus instrucciones “al pie de la letra” sin acomodos, porque estamos seguros de que al obedecerle todo va a estar bien, ya que estando en esta condición el enemigo no nos puede tocar.

“Pues éste es el amor de Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos. 4 Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y ésta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. 5 ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?” 1Juan 5:3-5

MANOS A LA OBRA….



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