LA VICTORIA ES NUESTRA
¿Existe alguna cosa demasiado difícil para Dios? Para Dios no hay nada imposible.
Recordemos la promesa que tenemos de parte de Dios, de que si dos o tres se pusieren de acuerdo a cerca de cualquier cosa en la tierra, les será hecho por nuestro Padre que está en los cielos. Sumemos a ello la siguiente verdad escrita en Levíticos 26:8 "Cinco de vosotros perseguirán a ciento, y ciento de vosotros perseguirán a diez mil." Entonces podemos decir con seguridad que la victoria es nuestra.
Somos el ejército de Dios, un cuerpo bien concertado, unidos por la sangre de Jesucristo, comandados por El como nuestro general. Nuestro código de conducta es la Biblia; nuestra bandera es la Gracia; nuestras “armas” son espirituales, poderosas; operamos en un solo acuerdo y con la autoridad del Espíritu Santo.
Por tanto, la pregunta es ¿Quién nos podrá hacer frente?
Las Escrituras dicen que las puertas del Hades no prevalecerán contra la arremetida de la Iglesia.
De modo que ¿De quién temeremos?, ¿Porqué nos hemos de atemorizar?
“Aunque un ejército acampe contra nosotros, no temerá nuestro corazón; aunque contra nosotros se levante guerra, nosotros estaremos confiados.” Pues es, el Señor de los ejércitos el que está con nosotros.
¿Porqué hemos de temer al peligro nocturno, hambre, desnudez o escasez alguna? Dios, en su infinito amor nos ha provisto de todo cuanto necesitamos para proclamar la victoria. Nos ha dado poder, armas de guerra, una familia en la fe, etc. No cabe duda que estamos destinados a triunfar, lo único que tenemos que hacer es CREER, empuñar las armas espirituales y pelear la buena batalla, pues los resultados ya están publicados. "Somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó."