¿PORQUÉ EL ESPIRITU DE DIOS HACE LO QUE HACE EN NUESTRAS VIDAS?
Dios Padre anhela ver al ser humano viviendo en la plenitud de vida, sin limitaciones ni carencias, es por eso que envió al Espíritu Santo para asegurarse de que así sea. Una cosa es recibir la vida, el Espíritu Santo en nuestro espíritu y otra, es ser bautizados, unidos, sumergidos en Él (Mateo 3:11). Dicho en otras palabras, una cosa es beber el agua de un vaso y permitir que esa agua entre en nuestro interior y otra es sumergirnos en un río, donde nosotros quedamos empapados en el agua. Cuando estos dos acontecimientos suceden, entonces recibimos dos cosas: VIDA Y PODER. VIDA, por cuanto estábamos muertos en nuestros delitos y pecados (Efesios 2:1-2). Esto nos trajo una NUEVA NATURALEZA o lo que la Biblia llama el “NUEVO HOMBRE”. Esta vida está en constante movimiento. A ella es que se refiere el texto que dice que de nuestro interior correrán RIOS DE AGUA VIVA. De hecho, por ella es que somos transformados espiritualmente. Y PODER, DUNAMIS por cuanto lo que es imposible para la carne, es posible para el espíritu (Lucas 18:27). “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” (Hechos 1:8). De hecho, el mismo Jesucristo fue ungido con Espíritu Santo y poder para obrar en medio nuestro ( Hechos 10:38 “Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret…) Por tanto, esa VIDA y PODER de que estamos hablando, son sobrenaturales y nos han sido dados para:
Hacer morir las obras de la carne en nosotros.
Fortalecer el “hombre interior”.
Vivir dentro del diseño de Dios.
Llevar a cabo la gran comisión (ser testigos).
Afectar el mundo que nos rodea.
Tener dominio sobre el enemigo y sus obras.
Para que nuestro Espíritu Alma y Cuerpo sean guardados irreprensibles. Hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo.
¿Cómo esto puede ser posible? Por medio de la FE. Creyendo, teniendo convicción todo el tiempo de quien es Dios, de nuestra identidad y propósito. Obviamente la vieja programación (la carne, el viejo hombre) la forma de pensar de este mundo y Satanás intentarán interrumpir el proceso de vida en nosotros, pero esto jamás será posible si estamos conectados con Dios viviendo bajo la dirección total del Espíritu Santo. Pues la Biblia dice: Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó (Romanos 8:37). No obstante, todo el tiempo, nuestros enemigos intentarán robar nuestra fe y para ello, incluso muchas veces utilizarán nuestro propio cuerpo, sentimientos y emociones. Y si nos dejamos convencer, entonces estaremos contristando al Espíritu Santo (I Tesalonicenses 5:19). Lo cual sin duda alguna afectará todo nuestro ser y a quienes nos rodean, ya que retendremos su fluir en todas las áreas de nuestra vida. Como vemos, la vida del cristiano es una operación de decisión y lucha constante entre la carne y el espíritu, no entre el bien y el mal, sino entre la vida y la muerte. “Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden.” Romanos 8:6-7 Pero mientras nos mantengamos enfocados en la vida del Espíritu, es decir en Jesucristo, disfrutando de El y de todo lo que nos ha dado, mas fácil será nuestro caminar y ligera toda carga. “Porque mi yugo es fácil y ligera mi carga.” Así dice el Señor (Mateo 11:30)
