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LA CORAZA DE LA JUSTICIA


Leamos

Efesios 6:14 “……revestidos con la coraza de justicia..”

La coraza juntamente con el escudo, en el tiempo de los soldados romanos ejercía la labor de protección, ya que ésta evitaba que órganos vitales sean alcanzados por las armas del enemigo. En términos actuales esta coraza equivale a chalecos antibalas. El escudo debe ser hecho de un material indestructible a fin de poder ejercer con eficiencia su tarea.

En el plano espiritual, nuestra coraza de protección es la JUSTICIA, pero no una justicia en términos humanos sino aquella que fue alcanzada por Jesucristo en la cruz. Por tanto Dios, el diablo o los hombres NO te pueden culpar de nada pues alguien ya pagó el precio por adelantado en tu lugar. ¡Aleluya! No tenemos dudas pendientes.

Esta coraza es completamente indestructible, pues no esta basada en los logros del hombre sino en la obra completa del Hijo de Dios.

Romanos 5:17 “Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia mediante un solo hombre, Jesucristo.

En épocas pasadas, el hombre tenía que recurrir al sacrificio de animales, con la intención de alcanzarla, pero todo intento era temporal pues la sangre de animales no era suficiente. No fue sino hasta que Jesucristo declarara: “Consumado es” que su sangre derramada se convirtiera en la coraza de justicia, logrando así que a través de ella, todos quienes hayan recibido en su corazón a Cristo en sus vidas, alcancen la justicia, perfección para siempre. Dicho en otras palabras, cuando tu recibes a Jesús en tu vida, eres perfeccionado para siempre.

Hebreos 10:12-14 “Él, por medio de una sola ofrenda, hizo perfectos para siempre a los santificados.” Jesús es nuestra justicia.

De modo que podemos acercarnos confiadamente al trono de la gracia de Dios para alcanzar el oportuno socorro, pues no corremos el riesgo de morir en el intento como sucedía en el pasado, pues no dependemos de nuestros propios esfuerzos sino de la victoria de JESUCRISTO. Así es que cuando el diablo venga a acusarte por tus errores pasados y presentes, tratando de descalificarte, échalo fuera en el nombre de aquel que nos ha hecho justos y perfectos. Esto es en el nombre de JESUS.

TAREA

1.- Declara con tu boca: Jesucristo es mi justicia, por tanto soy perfecto y justo porque El es perfecto justo.

2.- Comparte esta verdad con otros.

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