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PREPARADOS PARA UNA NUEVA ESTACIÓN

  • leticiaarciga
  • Jan 12, 2024
  • 2 min read

Dios es un Dios de estaciones. Esto lo podemos comprobar al mirar su creación, especialmente en referencia al tiempo. El creó los días, las estaciones, tanto a nivel natural como espiritual. “Él es quien cambia los tiempos y las edades; quita reyes y pone reyes; da sabiduría a los sabios, y conocimiento a los entendidos.” Daniel 2:21

 

De hecho, muchas veces estos lapsos de tiempo han sido enunciados por sus profetas con el fin de dar a conocer el momento determinado en el que hay una sincronía entre el cielo y la tierra. Por ejemplo, el profeta Jeremías en el libro de Lamentaciones 3:23 anuncia: “Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.”

 

Con esto en mente, reflexionemos acerca de lo siguiente: El año 2023 ha llegado a su fin y empieza una nueva temporada, un nuevo año 2024 y escuchemos lo que el profeta Isaías en el capítulo 43:18-19 nos anima a hacer:

 “Olviden las cosas de antaño; ya no vivan en el pasado. 19 ¡Voy a hacer algo nuevo! Ya está sucediendo, ¿no se dan cuenta? Estoy abriendo un camino en el desierto y ríos en lugares desolados.”

 

VER:

¿Qué es lo primero que deberíamos hacer?

¿Por qué que Dios nos pide esto?

¿Qué es lo que Dios está haciendo? Y ¿Para qué lo hace?

 

 

JUZGAR:

¿Qué significa la frase: ¡Voy a hacer algo nuevo!? ¿Ya está sucediendo”?

¿Qué actitud debe tener el cristiano que empieza una nueva estación?

¿Qué elemento clave se necesita para poder entender lo escrito en este pasaje? Y ¿Por qué?

¿Qué significa abrir camino en el desierto y ríos en los lugares desolados?

 

 

ACTUAR:

¿Cómo te das cuenta de que has dejado las cosas del pasado?

¿Puedes reconocer en que “estación” o “temporada” te encuentras? ¿Te has dado cuenta?

¿Estás listo para empezar un nuevo tiempo?

¿Qué pasos vas a dar para lograrlo?

 

Prepárate, Dios este año está abriendo un nuevo camino donde tus ojos físicos dicen que no hay, e incluso está haciendo brotar agua en donde experimentaste sequedad.


Es tiempo de renovar tu fe, de alinear tu visión y permitir que la vida de Jesucristo que está en ti se manifieste. Pues en Él es que eres más que vencedor y no en tus propias fuerzas.

 
 
 

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