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ACTIVADOS PARA SER TRANSFORMADOS

Leamos Juan 7:38 “El que cree en mi como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.”


Dios es el mismo de ayer, hoy y siempre. No hay cosa, ni argumento, ni gigante, ni fuerza mayor que El. El permanece sin cambiar, no está sujeto al tiempo o el espacio, no tiene límites, es todo poderoso, eterno y es tanto, su amor por nosotros, que nos ha hecho participes de ello, es decir, de su naturaleza, su eternidad, su divinidad, su familia.


Leamos Romanos 8:11

“Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús está en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que está en vosotros.”


Las Escrituras dicen claramente que el mismo Espíritu que levantó a Cristo de los muertos nos ha sido entregado, depositado en nosotros, vive en nuestro interior. Lo que quiere decir que la “fuente generadora de poder” esta EN nosotros. El Dios todo poderoso y eterno se UNIÓ a nosotros. Su parte esta hecha, ahora nos toca a nosotros unirnos a El, pues sólo estando en esa condición podamos decir “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. La clave es dejarlo fluir, salir, mostrarse; y esto solo es posible cuando nos rendimos completamente a El, cuando nos negamos a nosotros mismos, tomamos su cruz y lo seguimos. Cuando hacemos de El nuestro UNICO amor; cuando soltamos todo lo que ata a nuestra alma y rendimos nuestra voluntad ante la suya, entonces estaremos en la capacidad de ver lo que El ve, sentir lo que siente, hablar lo que El habla y oír lo que EL oye.

“…les he dado a elegir entre la vida y la muerte, y entre la bendición y la maldición. Escojan, pues, la vida, para que vivan ustedes y sus descendientes..”


Sabias que la dinamita a pesar de ser un explosivo potente, cuando se moja, se pasma y aunque pólvora este en su interior, debido a la acción del agua no puede explotar, es decir, no puede cumplir con el propósito para el cual fue creada. Así mismo nosotros, si vivimos enfocados en la carne, en el mundo, en nuestros propios deseos, en Satanás y no en Jesucristo, su victoria y su reino, seremos como “dinamitas pasmadas” circulando cada día sin la manifestación del poder y la autoridad de Dios en nuestras vidas, siendo víctimas constantes de las circunstancias y de los problemas, alejados completamente del diseño de Dios.


Es tiempo de activar tu transformación. ¿Cómo?, utilizando una llave muy importante, LA FE; pues es ella la que enciende la “mecha” de tu “cartucho” (alma) y cuando lo hace, inmediatamente caminas en obediencia.

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