¿CUÁL ES LA CLAVE DEL REINO DE DIOS PARA CAMINAR EN ESTE MUNDO?
Leamos Éxodo 35:30-35 “Luego Moisés dijo al pueblo de Israel: «El Señor ha escogido específicamente a Bezalel, el hijo de Uri y nieto de Hur, de la tribu de Judá. El Señor llenó a Bezalel del Espíritu de Dios, y le dio gran sabiduría, capacidad y destreza en toda clase de artes manuales y oficios. Él es un maestro artesano, experto en trabajar el oro, la plata y el bronce. Es hábil en grabar, en incrustar piedras preciosas y en tallar madera. ¡Es un maestro en todo trabajo artístico! El Señor les ha dado tanto a él como a Aholiab, hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan, la capacidad de enseñar a otros sus habilidades técnicas. El Señor los ha dotado de un talento especial en el arte de grabar, de diseñar, de tejer y bordar en hilo azul, púrpura y escarlata de lino fino. Ellos se destacan como artesanos y diseñadores."
La vida cristiana no tiene que ver con la cantidad de enseñanzas, doctrinas que pueda una persona almacenar, sino consiste con el ser llenos del Señor Jesús.
Mientras más llenos seamos de su presencia, nuestra sed y hambre serán saciadas y de esta forma, esa presencia se desbordará y afectará todo lo que somos y con lo que nos relacionamos o tenemos contacto. La Palabra dice que de nuestro interior brotarán, correrán ríos de agua viva. Tomemos en cuenta que, no es una agua estancada de la que hemos sido llamados a participar, sino que se trata, de una agua en constante movimiento y ese movimiento genera vida y poder. Un ejemplo de ello lo podemos encontrar en las plantas hidráulicas, las cuales necesitan de las aguas de un río para generar electricidad y con esta última afectar cada hogar, pueblo, etc.
Cuando constantemente nos estamos llenando del Espíritu de Dios, todo lo que somos y hacemos sufre serias transformaciones, pero si por el contrario, nos enfocamos solamente en lo que hacemos y descuidamos el beber de la fuente, los resultados serán desastrosos.
La palabra del Señor dice: “Sed llenos del Espíritu Santo” es decir, saturados completamente de Él. Dicho en otras palabras, controlados, guiados por Él en todas las áreas de nuestra vida. Lo que quiere decir, que si nuestro deseo es ser humildes, amables, bondadosos, justos, etc. no basta con proponerse a hacerlo, sino con contener a Cristo en nuestro interior .
Y ¿CÓMO LO HACEMOS?
De la misma forma como un automóvil necesita abastecerse de gasolina constantemente, así nosotros de su presencia. La forma que lo hacemos es: acercándonos con fe a la fuente a beber. Esto es teniendo un tiempo de intimidad con Él a través de orar-conversar, alabar-adorar, leer-meditar en su Palabra y mantener relaciones sanas con personas llenas del Espíritu Santo.
Es allí donde no solo descubriremos cual es su voluntad; buena, agradable y perfecta, sino que aun sin darnos cuenta, ya estaremos viviendo en ella. De modo que no se trata de nuestro esfuerzo, sino de la vida de Cristo fluyendo en nuestro ser todo el tiempo. Por tanto, nuestra tarea consiste únicamente en beber de su fuente diariamente, el resto lo hace Él, es por eso que la gloria solo le pertenece a Él y a nadie mas.
¿PORQUÉ DEBEMOS SER LLENOS DEL ESPIRITU SANTO?
Viviendo en esta condición, estaremos en capacidad de enfrentar enemigos, soportar pruebas, vencer el pecado, discernir espíritus - artimañas de Satanás, predicar, tener fuerza en la adversidad, sabiduría para trabajar, hablar, etc.