¿QUIÉN ES EL CRISTIANO EN EL MUNDO? ¿CUAL ES SU PROPÓSITO?
Leamos Colosenses 1:15 “Él es la imagen del Dios invisible; el primogénito de toda la creación.”
Juan 1:18 “A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.”
Cristo es la imagen visible de Dios. Dicho en otras palabras, el Padre se dio a conocer a través de su hijo. “quien me ha visto a mi ha visto al Padre.”Es decir, el Padre se expresa a través del Hijo Jesucristo.
Esto nos muestra un modelo perfecto de lo que Dios quiere hacer con nosotros.
Leamos 2 Corintios 4:7-10 “Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, pero no angustiados; en apuros, pero no desesperados; perseguidos, pero no desamparados; derribados, pero no destruidos. Dondequiera que vamos, llevamos siempre en el cuerpo la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos.”
Nuestras vidas son los vasos que contienen la vida de Dios, en la dimensión exacta de seres humanos, y su anhelo es que la expresemos, la manifestemos en todo lo que somos y hacemos. Lo que quiere decir que El, no solo desea existir en nosotros, sino que El quiere ser nuestra vida, a fin de que El mismo se exprese a través de nosotros.
Según Romanos 9, Dios desea que seamos vasos para honra, vasos para gloria y vasos de misericordia, y esto es posible únicamente cuando el contenido de esos vasos es El mismo.
¿CÓMO EXPRESAR LA VIDA DE DIOS?
Para poder expresar la vida de Dios primero hay que experimentarla.
Leamos 2 Corintios 3:18 “Por tanto, nosotros todos, mirando con el rostro descubierto y reflejando como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en su misma imagen, por la acción del Espíritu del Señor.”
Teniendo un contacto directo, personal e intimo con el Señor, es que El resplandece en nosotros. Buscando ello, es que invocamos su nombre.
Cristo es el tesoro que está en nosotros y al mismo tiempo, es la fuente de poder que nos fortalece y capacita para manifestar la verdad.Recuerda,cuando alguien tiene sed y elige una bebida para tomar, por lo general lo hace pensando en su contenido, no en su envase. Nosotros somos los envases que contienen el líquido que esta tierra necesita, para volver al plan original de Dios.
Leamos Mateo 5:14-16 “Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de una vasija, sino sobre el candelero para que alumbre a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.”
Lo que quiere decir que la vida de Dios resplandece en nuestro interior, para que nosotros alumbremos a otros, a fin de que ellos conozcan a Dios, viendo a Jesucristo en nosotros.
Leamos Filipenses 2:13-16 “Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad. Haced todo sin murmuraciones ni discusiones, para que seáis irreprochables y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como lumbreras en el mundo, asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado.”
Como podemos ver, nuestras vidas son canales a través de los cuales la vida de Dios se expresa, se manifiesta, se deja ver. Un ejemplo claro lo podemos ver en la electricidad en nuestras casas. Los cables están todos conectados a un generador y éste a una planta eléctrica y tan pronto cuando se activa un dispositivo, la energía corre por los conductos y se manifiesta la luz. Lo importante es verificar que todos los canales estén debidamente conectados y en perfecto estado. Los canales, cables no son los que hacen el trabajo de alumbrar, sino únicamente permiten que la energía sea transportada a través de ellos.
Permitamos pues, que la vida de nuestro Dios corra por nuestro interior y alumbre, afecte el lugar y las personas que nos rodean.